el Madrid que me encuentro en el camino.

Los conductos del NO-DO

[] Están oxidados. Son los conductos de aire acondicionado que esconde la fachada trasera del viejo edificio del No-Do. Una sede creada para la propaganda del franquismo pero que ha sabido sobrevivir a la dictadura, a la transición, a la democracia e, incluso, a una gran explosión de gas que produjo un enorme socavón, justo frente a su puerta, en 1973. Ahora, el inmueble, tras ser gestionado por TVE durante casi los últimos treinta años, espera vacío un nuevo cometido. ¿Cuál será? Nadie lo sabe.

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