>> Más diáfano, más alto, más luminoso y, sobre todo, más blanco. Así es el
recién estrenado vestíbulo de la Estación de Atocha, primera en España en separar la terminal de salidas de la de llegadas. Una estructura rómbica, donde antes estaba una discoteca, preside el nuevo acceso a la ampliación que será
eje neurálgico de las líneas de alta velocidad. Con esta nueva infraestructura,
Rafael Moneo vuelve a reinventar Atocha, dieciocho años después de que lo hiciera, por primera vez, con motivo de la línea de AVE Madrid-Sevilla. Pero el arquitecto navarro no ha querido desvirtuar su actuación del año 1992, ahora
rompe con el pasado a través del color: "El blanco permite marcar la diferencia con lo anterior", señala el autor del proyecto, que finalizará con la construcción de otro vestíbulo principal, una nueva estación subterránea y una nueva explanada para taxis.
36 millones de viajeros llegarán a pisar anualmente el nuevo Atocha en quince años.
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